3 de febrero de 2008

Chau, Negro: a 20 años de la muerte de Olmedo

Publicación original: Revista Caras y Caretas, Buenos Aires, febrero de 2008

El cómico rosarino cambió la forma de hacer humor en la televisión de nuestro país, pero a los especialistas les cuesta reconocer sucesores o herederos. ¿Quedó algo de su humor? Las huellas de un personaje elevado por los argentinos a la categoría de mito.

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Cierta vez le preguntaron a Alberto Olmedo qué le gustaría que quedara de él. El cómico rosarino respondió: “Una estatua a mis manos en la calle Corrientes, para que la miren y digan ‘chau, Negro’. Nada más”. A falta de pocos días para que se cumplan 20 años de su muerte, en Buenos Aires no hay ninguna estatua a sus manos, pero el legado que dejó en el corazón de los argentinos es indeleble. Que meses atrás haya estado entre los cinco finalistas del programa El gen argentino, o que hace un par de años una encuesta lo eligiera (por amplio margen) como el mejor actor cómico nacional de todos los tiempos, son sólo dos detalles en los que se materializan el recuerdo y el cariño.

2 de febrero de 2008

Una recorrida por la picaresca oculta del Perú colonial

Publicación original: Revista Teína

Fernando Iwasaki
Inquisiciones peruanas

Madrid, Páginas de Espuma, 2007

¿Era la Lima del siglo XVII «una ciudad perfumada de magnolias»? ¿Sus habitantes estaban «entregados al rezo y los cilicios»? Esa es la imagen que todavía sobrevuela ciertos imaginarios, alimentada incluso por ciertos pasajes de Henry James, Conan Doyle y H. P. Lovecraft. Iwasaki recupera historias que durmieron durante centurias en el Archivo de Indias de Sevilla para demostrar que la historia de la vieja capital del virreinato es mucho más divertida de lo que parece.

1 de febrero de 2008

Entrevista a Fernando Iwasaki: «Lo más importante fue encontrar el tono de una confidencia o una revelación»

Publicación original: Revista Teína

Ecléctico, divertido. Dos adjetivos, dos cualidades, que le van muy bien al escritor peruano Fernando Iwasaki Cauti. Ecléctico, porque muchas de sus obras abordan géneros y temáticas de lo más diversas, desde los cuentos tradicionales (reunidos en Un milagro informal) y la novela supuestamente autobiográfica (Libro de mal amor) hasta el compendio de historias de personajes reales del Perú colonial (Inquisiciones peruanas) y la colección de microrrelatos de suspenso y terror (Ajuar funerario), pasando por las recopilaciones de ensayos y crónicas. Divertido, porque es imposible recorrer la prosa de Iwasaki sin una sonrisa en los labios, cuando no se deja directamente estallar la carcajada. ¿El método? Un manejo del lenguaje certero (que le permite combinar, por ejemplo, sin mayores estridencias, costumbrismos peruanos con el habla coloquial española) y un sentido del humor afilado para hablar de temas en los que, cuando no hay temblores y conmociones, hay risas: el miedo y el amor.