1 de agosto de 2005

Fabricantes de recuerdos

Publicación original: Revista Oliverio, Buenos Aires, 2005

—No puedes insultarme —dijo la rubia—. Mole de pus. No puedes tocar mis recuerdos.
—No —dijo Alice, con su hermosa voz—, tú no tienes recuerdos verdaderos, excepto cuando empezaste a drogarte. Todo lo demás lo leíste en el diario. Yo soy honesta y tú lo sabes y les gusto a los hombres, aunque soy gorda y tú lo sabes, y nunca miento, y eso lo sabes también.
—Déjame con mis recuerdos —dijo la rubia—. Con mis recuerdos verdaderos y maravillosos.

Del cuento “La luz del mundo”, de Ernest Hemingway.